¿Ya no hay que pagar la plusvalía? ¿Cómo funciona la nueva fórmula de tributación? La imposición del nuevo impuesto de plusvalía ha generado muchas incógnitas en los últimos meses. La reforma de este impuesto ya ha entrado en vigor en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y, según El Economista, la nueva plusvalía encarece la venta de viviendas en los cinco primeros años.
¿Qué es la Plusvalía Municipal?
También llamado Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), es un tributo municipal que deben pagar los propietarios de una vivienda cuando la venden, la heredan o la reciben en donación. Este impuesto grava el incremento del valor obtenido en esa transmisión de bienes inmuebles.
El avance del mercado inmobiliario en los últimos años ha propiciado cambios en el sistema de este tributo. El Tribunal Constitucional ya decretó en varias ocasiones hace años que dicho impuesto no se podía exigir si la transmisión suponía una pérdida o si el importe a pagar superaba la ganancia real obtenida por el contribuyente. A día de hoy, se ha decidido mantener el método de cálculo objetivo con algunas modificaciones e incluir un nuevo sistema para determinar la base imponible. Además, los trámites que supongan una pérdida para el propietario no se gravarán.
¿Cómo es el nuevo sistema de pago?
En base a las nuevas regulaciones, el Gobierno ha aprobado dos opciones para determinar la cuota a pagar del nuevo impuesto y se aplicará la más ventajosa para el contribuyente:
Sistema objetivo.
Consiste en multiplicar el valor catastral del suelo por unos nuevos coeficientes que tendrán en cuenta la realidad inmobiliaria del momento de la transmisión. Hacienda ha establecido coeficientes máximos que los municipios podrán modular y que se repasarán cada año para adaptarse a la evolución del mercado.
Plusvalía Real.
Se trata de la diferencia entre el precio de venta y de adquisición, es decir, calculando la revalorización real del suelo. Este método resulta beneficioso para el contribuyente si el resultado es inferior a la base imponible que determine el Sistema objetivo.
Será este mismo interesado el que tenga que demostrar al ayuntamiento que no tiene que pagar el impuesto de plusvalía, es decir, declarar la transmisión y aportar los títulos necesarios que documenten la transmisión y adquisición. Asimismo, los ayuntamientos también podrán requerir todas las comprobaciones que consideren necesarias.
¿En qué situación se encontrarán los ayuntamientos?
Los ayuntamientos podrán rebajar los nuevos coeficientes establecidos, pero deberán aplicar los topes máximos fijados por Hacienda hasta que adecúen sus ordenanzas fiscales a la nueva regulación, para lo que tienen un plazo de seis meses. El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda estima que los ayuntamientos perderán un mínimo de 78 millones de euros anuales con esta nueva regulación tributaria. Zaragoza se encuentra entre las 18 ciudades más grandes de España que perderán más del 25% de la recaudación.